Redacción: Ileana Ortega Pozo
Con las manos y oidos es posible descubrir los colores de la vida. Un reto a la imaginación es el proyecto de cine para invidentes, Tocando la Luz, que con asombro he visto nacer para alegrar los corazones de quienes padecen de alguna incapacidad visual.
Con el objetivo de que esas personas también accedan al séptimo arte, todas las provincias del país ya recibieron una colección de películas cubanas con audio descripción para ciegos y débiles visuales.
Con el objetivo de que esas personas también accedan al séptimo arte, todas las provincias del país ya recibieron una colección de películas cubanas con audio descripción para ciegos y débiles visuales.
En La Habana ya se presentaron 20 filmes, en esta
modalidad cuya adaptación incluye un
narrador.
El programa es auspiciado por la Asociación Nacional del
Ciego (ANCI), en colaboración con el Instituto Cubano del Arte e Industria
Cinematográficos (ICAIC) y el Proyecto 23.
Filmes cubanos como Fresa y Chocolate, El cuerno de la
abundancia, La muerte de un burócrata, Adorables mentiras, Páginas del diario
de Martí y Elpidio Valdés; y la
coproducción cubano argentina Al fin el mar, figuran en la nómina de esta
novedosa iniciativa acogida con beneplácito por un público desacostumbrado a visitar los cines.
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