Redacción Ileana Ortega Pozo
Lejos de las presiones mercantilistas, tan comunes en estos tiempos, la Bienal de la Habana, presenta una visión variada, sugerente, contradictoria,diferente.
Cien artistas contemporáneos cubanos, participan en una muestra colateral en la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, al otro lado de la bahía habanera, considerada la mayor de su tipo en toda la historia del principal encuentro de las artes visuales cubanas.
Enorme, contundente y transitorio, El Caballo que
está en el parque de 15 y 16 en el Vedado, La Habana, sorprende a los visitantes.
La galería La Moderna, acoge la
exposición Profundamente superficiales, una propuesta en la que intervienen 101 artistas con igual número de diseños de
zapatos propuestos por Liudmila López Domínguez.
El arte en función de la ecología y del uso de las fuentes
renovables de energía acorde a las exigencias de la sociedad contemporánea, se abre paso en el Malecon habanero con la obra Realidad de Rachel Valdés Camejo.
Sorprende también la propuesta del creador Reinaldo Echemendía Cid a orillas de la Bahía de La Habana. Capital, título de la obra, es una instalación en la que los residuos de petróleo extraidos de la Bahía son la principal materia prima.
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