No tengo palabras para
expresar el agradecimiento a Cuba, que ha sido capaz de formar médicos,
enfermeras y especialistas tan humanos y de tanto nivel profesional, gracias a
los cuales hoy estoy de vuelta a la vida, manifestó emocionado, Jesús Álvarez
López, el primer cubano portador del nuevo coronavirus que ha sido dado de
alta.
El joven bailarín de 25 años, residente en
esta ciudad, dijo que en estos momentos evoluciona de forma muy
favorable, y con un seguimiento muy riguroso del médico de familia, quien viene
a diario a ver cómo él está, le toma la temperatura y ejecuta otros controles,
según los protocolos establecidos para estos casos.
Acerca de la experiencia vivida, narró que
su esposa Anel González Zurita, ciudadana boliviana radicada en Milán, región
de Lombardía, Italia, había llegado a
Cuba sin síntomas aparentes de ninguna enfermedad, sin embargo, a los pocos
días comenzó con problemas respiratorios leves, al igual que él; por esa razón
acudieron al sistema de salud, donde de inmediato fueron ingresados en el
hospital de aislamiento de Villa Clara, y posteriormente trasladados al
Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (ipk), donde se confirmó la
enfermedad.
"Imagínese lo que sufrí en ese momento; el
mundo me cayó encima. Sentí miedo, pensé lo peor, en mi familia, en mi niña Ana
Sofía de solo un añito. Pero tuve fuerzas para resistir en medio de la
tormenta, porque sabía de la calidad de la Medicina cubana", reconoce Álvarez
López.
Al referirse al trato recibido, tiene palabras
de elogio para los galenos y todo el personal, que labora en el hospital Manuel
Piti Fajardo de Villa Clara y del ipk, de los cuales dice sentirse agradecido,
porque lo hicieron apreciar que no estaba solo en esos días de aislamiento. "Ellos fueron mis padres, mis hermanos, mis amigos", reconoció emocionado el
joven.
"Allí no me faltó nada, ni medicinas, ni
recursos de ningún tipo, y hasta me malcriaron un poquito, porque si tenía
hambre, no importaba que fueran las dos de la madrugada, traían yogurt o algún
alimento; si quería hablar con mi familia, facilitaban la conversación a través
del teléfono; en fin, era complacido en todo, refiere Jesús, quien antes de
despedirse quiso enviar un mensaje al pueblo cubano, al que agradeció por tanto
amor en estos días difíciles.
"Estoy preocupado, porque veo a algunas
personas que siguen en la calle y sin la conciencia necesaria para la actual
situación, a quienes digo que se cuiden, que esto le puede tocar a cualquiera.
Hay que escuchar las orientaciones del Gobierno, que está trabajando muy duro
para evitar lo peor. Si tomamos todas las medidas, vamos a salir de esta,
porque somos un pueblo de batalla, eso no lo dude nadie, vamos a vencer".
Fuente: Granma
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