Por: Octavio Fraga Guerra
La cronología de actos terroristas contra Cuba está bien documentada. La historia es el claro reservorio de esta verdad. Muchas han sido las acciones cometidas contra el pueblo cubano, que por su calibre serían juzgadas en cualquier tribunal penal del mundo.
Actos vandálicos, asesinatos, incursiones en territorio cubano, escaladas de espionaje. Estos y muchos otros hechos, forman parte de algunas de las acciones materializadas contra la nación cubana.
Todos ellos son un claro atentado a los más universales tratados y convenios internacionales, que respaldan la dignidad y la integridad física de los hombres y las mujeres de este convulso planeta. Los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos han apoyado estos hechos con financiamiento, logística y material propagandístico.
Cuando leí la nota sobre la pregunta realizada a la mercenaria Yoani Sánchez si considera al contrarrevolucionario cubanoamericano Luis Posada Carriles un terrorista, mis adjetivaciones y sustantivas argumentaciones van en un vasto recorrido que parte de la dignidad y el apego a la historia.
Luis Posada Carriles -bien conocido entre los cubanos-, es un terrorista internacional con una abultada hoja al servicio de la tenebrosa Agencia Central de Inteligencia (CIA). La ruta de este bárbaro está colmada de hechos. Unos pocos le bastan para estar –al menos-, recluido por el resto de sus días.
La cobarde voladura del avión civil de la compañía Cubana explotada en pleno vuelo en el año 1976 que cubría el trayecto entre Caracas y La Habana, es más que suficiente para una clara expresión de condena. En este pasaje de nuestra historia murieron 73 personas.
El cinismo de Yoani Sánchez no tiene límites. La arrogancia con la que se pavonea con sus benefactores vinculados con los terroristas cubanoamericanos radicados en Miami, le hace cómplice de esta banda de mafiosos y corruptos con vocación anexionista.
Sus declaraciones ante una pregunta de la Agencia Prensa Latina sobre el asesino Luis Posada Carriles son más que elocuentes. “Soy pacífica y repudio a todo aquel que utilice la violencia”. Esta es la respuesta de la evasiva. Este es el mensaje del no comprometimiento ante la contundente verdad.
Yoani Sánchez está bien informada–como todos los cubanos-, del historial criminal del terrorista Luis Posada Carriles. Un engendro convicto y confeso de sus actos que se ha caracterizado por su desfachatez antes sus acciones terroristas. Su enferma actitud es propia de los asesinos y criminales que pululan en los Estados Unidos, en particular en Miami.
La bloguera Yoani Sánchez en su gira internacional se va despojando de su ropaje angelical para mostrar su verdadera naturaleza como servil mercenaria de los más connotados reaccionarios cubanoamericanos.
Tomo la nota publicada por el diario “Tercera información” que dibuja los personajes que la recibieron en Washington DC. “A la famosa bloguera la esperaba en la acera el representante Joe García con un ramillete de flores blancas entre las manos, la congresista Ileana Ros-Lehtinen con amplia sonrisa y el también congresista Mario Díaz-Balart. De ahí llevaron a la visitante a una salita para conversar en un mesa donde no había diez personas: los también congresistas Albio Sires, Kathy Castor y Debbie Wasserman Schultz (el Senador Bill Nelson cursó la invitación formal), el profesor y bloguero Ted Henken que servía como traductor. Y más allá un grupo de fotógrafos y periodistas sin otra misión que la de publicitar la visita de la bloguera”.
Estos son los que amparan y apoyan el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra el pueblo cubano. Un bloqueo que lacera y ralentiza el desarrollo orgánico de la gran isla caribeña.
Estos son los que diseñan y ejecutan la política de mano dura contra la Revolución Cubana haciendo labor de zapa con el gobierno norteamericano de turno, para que ahogue el legítimo proceso del sistema socialista cubano.
Estos son los que se niegan rotundamente al flujo normal de turistas norteamericanos para que no visiten a Cuba, negándoles un derecho expresado en la constitución de ese país. El incumplimiento de esta disposición les acarrea grandes multas e incluso la cárcel.
Estos son los que siguen legitimando la “Ley de Ajuste Cubano”, que estimula la salida desordenada y arbitraria de los cubanos que desean vivir en los Estados Unidos, en cuya travesía han perdido la vida muchos compatriotas.
Estos son los que han ensalzado a los llamados “luchadores por la libertad de Cuba”, radicados en Miami. Son terroristas que actúan bajo el apoyo y amparo del gobierno de Washington.
Estos son los que se niegan al diálogo entre los gobiernos de los Estados Unidos y de Cuba. Una voluntad expresada por el gobierno cubano sin condiciones de ningún tipo.
La mercenaria Yoani Sánchez se ha montado en el carro de la historia como una servil y lacaya de los políticos de los Estados Unidos. Su historial se sigue abultando con los excrementos del Norte.
Fuente: Rebelión
La cronología de actos terroristas contra Cuba está bien documentada. La historia es el claro reservorio de esta verdad. Muchas han sido las acciones cometidas contra el pueblo cubano, que por su calibre serían juzgadas en cualquier tribunal penal del mundo.
Actos vandálicos, asesinatos, incursiones en territorio cubano, escaladas de espionaje. Estos y muchos otros hechos, forman parte de algunas de las acciones materializadas contra la nación cubana.
Todos ellos son un claro atentado a los más universales tratados y convenios internacionales, que respaldan la dignidad y la integridad física de los hombres y las mujeres de este convulso planeta. Los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos han apoyado estos hechos con financiamiento, logística y material propagandístico.
Cuando leí la nota sobre la pregunta realizada a la mercenaria Yoani Sánchez si considera al contrarrevolucionario cubanoamericano Luis Posada Carriles un terrorista, mis adjetivaciones y sustantivas argumentaciones van en un vasto recorrido que parte de la dignidad y el apego a la historia.
Luis Posada Carriles -bien conocido entre los cubanos-, es un terrorista internacional con una abultada hoja al servicio de la tenebrosa Agencia Central de Inteligencia (CIA). La ruta de este bárbaro está colmada de hechos. Unos pocos le bastan para estar –al menos-, recluido por el resto de sus días.
La cobarde voladura del avión civil de la compañía Cubana explotada en pleno vuelo en el año 1976 que cubría el trayecto entre Caracas y La Habana, es más que suficiente para una clara expresión de condena. En este pasaje de nuestra historia murieron 73 personas.
El cinismo de Yoani Sánchez no tiene límites. La arrogancia con la que se pavonea con sus benefactores vinculados con los terroristas cubanoamericanos radicados en Miami, le hace cómplice de esta banda de mafiosos y corruptos con vocación anexionista.
Sus declaraciones ante una pregunta de la Agencia Prensa Latina sobre el asesino Luis Posada Carriles son más que elocuentes. “Soy pacífica y repudio a todo aquel que utilice la violencia”. Esta es la respuesta de la evasiva. Este es el mensaje del no comprometimiento ante la contundente verdad.
Yoani Sánchez está bien informada–como todos los cubanos-, del historial criminal del terrorista Luis Posada Carriles. Un engendro convicto y confeso de sus actos que se ha caracterizado por su desfachatez antes sus acciones terroristas. Su enferma actitud es propia de los asesinos y criminales que pululan en los Estados Unidos, en particular en Miami.
La bloguera Yoani Sánchez en su gira internacional se va despojando de su ropaje angelical para mostrar su verdadera naturaleza como servil mercenaria de los más connotados reaccionarios cubanoamericanos.
Tomo la nota publicada por el diario “Tercera información” que dibuja los personajes que la recibieron en Washington DC. “A la famosa bloguera la esperaba en la acera el representante Joe García con un ramillete de flores blancas entre las manos, la congresista Ileana Ros-Lehtinen con amplia sonrisa y el también congresista Mario Díaz-Balart. De ahí llevaron a la visitante a una salita para conversar en un mesa donde no había diez personas: los también congresistas Albio Sires, Kathy Castor y Debbie Wasserman Schultz (el Senador Bill Nelson cursó la invitación formal), el profesor y bloguero Ted Henken que servía como traductor. Y más allá un grupo de fotógrafos y periodistas sin otra misión que la de publicitar la visita de la bloguera”.
Estos son los que amparan y apoyan el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra el pueblo cubano. Un bloqueo que lacera y ralentiza el desarrollo orgánico de la gran isla caribeña.
Estos son los que diseñan y ejecutan la política de mano dura contra la Revolución Cubana haciendo labor de zapa con el gobierno norteamericano de turno, para que ahogue el legítimo proceso del sistema socialista cubano.
Estos son los que se niegan rotundamente al flujo normal de turistas norteamericanos para que no visiten a Cuba, negándoles un derecho expresado en la constitución de ese país. El incumplimiento de esta disposición les acarrea grandes multas e incluso la cárcel.
Estos son los que siguen legitimando la “Ley de Ajuste Cubano”, que estimula la salida desordenada y arbitraria de los cubanos que desean vivir en los Estados Unidos, en cuya travesía han perdido la vida muchos compatriotas.
Estos son los que han ensalzado a los llamados “luchadores por la libertad de Cuba”, radicados en Miami. Son terroristas que actúan bajo el apoyo y amparo del gobierno de Washington.
Estos son los que se niegan al diálogo entre los gobiernos de los Estados Unidos y de Cuba. Una voluntad expresada por el gobierno cubano sin condiciones de ningún tipo.
La mercenaria Yoani Sánchez se ha montado en el carro de la historia como una servil y lacaya de los políticos de los Estados Unidos. Su historial se sigue abultando con los excrementos del Norte.
Fuente: Rebelión
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